"Jo, jo, jo! Feliz Navidad", gritaba el anuncio en la pared. Unas miradas furtivas espejaban aquello que sucedería. Fluía a borbotones, se estrechaban entre sí.
Un brote nuevo acechaba. Aquellos fulgores desaparecerían. Un miesterio nuevo, frágil, futil.
Mi acera está verde. Rojo detiene. Azul posibilita. Naranja desorbita.
La estación espacial, colmada de turistas, esperaba la decisión. ¿Sería aquella vuestra casa?¿Nuestra casa?. Autodestrucción aceptada. ¿Cómo sobrevivir dinamitando parte de nosotros mismos? La estrella se acercó y hubo un resplandor. Ya no había más temor.
Una solitaria dama blanca espiaba la fuente. Aquel hombre había desaparecido. La distancia era cero. Prontamente la realidad desaparecería, hundida en la nada. Escapar del infinito es más difícil cuando sabés que aquello va a terminar. Sin espadas ni prejuicios. Sin aquello que te lastimó. Sólo palabras que refresquen el alma. Es el fin de la hipocresía.
Words are flowing out like endless rain into a paper cup, They slither while they pass, they slip away across the universe...
sábado, 24 de diciembre de 2011
sábado, 10 de diciembre de 2011
The pause button's broke on my video
Life's too short to be afraid
Step inside the sun
Step inside the sun
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Rx / Dx?
Nombre: ******* (Lucy)
Ocupación: ******* (bloggera)
Preocupación: puff un montón
Leyendo...: "La interpretación de la naturaleza y la psique" de C.G.Jung
¿En qué estoy pensando?:
¿Qué tanto uno puede abrir sus alas para volar? Parece sencillo arriesgarse cuando la idea es una idea, pero cuando se acerca el momento de concretarla aparece el vértigo, que me paraliza como si estuviera en el borde de un acantilado y me tuviera que tirar. Sin certezas sobre las consecuencias, es difícil saltar, sobre todo porque no se puede volver atrás. Dudo sobre las alas que me construí y sobre lo que el cielo me depara.
Sin ser tan extremista me hago simples preguntas sobre mi futuro que me encierran en mas dudas a medida que lo pienso. Camino por un sendero que me voy armando sin saber si debo armar un desvío para ir a otro lado, interesante pero desconocido. O espero que los desvíos me encuentren (buenos, a los malos no los espero pero así es la vida).
Hasta qué punto puedo confiar en aquello que pienso, en mi propia fantasía. ¿Puede una fantasía volverse un plan de vida? ¿Puede un plan de fantasía iniciarse, sin riesgo de romper un corazón? ¿Sin riesgo de no cumplir con la expectativa?
Me pregunto todo esto pensando hasta qué punto ciertos indicios dejan de serlo y se convierten en nuestra propia manera de asfaltar el camino en la dirección en la que andamos.
Veremos a qué tanto estoy dispuesta.
Radiografía: completa
Diagnóstico presuntivo: oportuncrisis vital
domingo, 6 de noviembre de 2011
Puzzle
Hoy volví a visitarme. Para mi sorpresa, me encontré con que había contado el episodio de la remera.
Por un lado, me hace acordar que en este mes y algo que no escribí, fue mi cumpleaños, y recibí esa remera exacta como regalo (una remera que sigue acumulado historia).
Por otro lado, descubrí que aquello que relataba de las "coincidencias" es algo que ya había pensado otra gente, entre ellos Carlos Gustavo Jung (me parece muy graciosa la traducción de algunos nombres, como hoy que vi a "Juan Jacobo Rousseau" jaja, por ahi entonces debe estar Jacobo Lacan!). Desde ese día estoy tratando de encontrar el libro de Jung donde habla sobre esto. Ya lo voy a conseguir! O tal vez aparezca en mi vida de una manera coincidente...
jueves, 15 de septiembre de 2011
Humano
La deshumanización es el peor de los males que he conocido. A partir de ello cualquier cosa es posible. Solo voy a dar dos ejemplos.
Muchas veces actos aberrantes se realizan partiendo desde la base de que el otro no es una persona sino un objeto, un monstruo, algo cosificado, desvitalizado. Se puede matar, torturar a esa cosa, porque es una cosa. No es humano como los demás. Por supuesto el nazismo ejemplifica claramente esta variante. A esto apunta el terrorismo.
En otros casos, la deshumanización puede ser más cotidiana. En la televisión diariamente se transforman las vidas humanas en cifras: los que están por debajo de la línea de pobreza, los que mueren en accidentes de tránsito, las bajas de una guerra, los muertos en un atentado. Esto genera la ilusión de que se está hablando de algo frío, aunque en realidad cada uno de esos números es una vida humana, única e irreemplazable. La vida no es una estadistica.
Por eso pido que todos estemos alertas ante este mal humano. Estemos alertas a cada comentario, cada gesto, y tomemos la responsabilidad de decir algo, de hacerle dar cuenta al otro el camino que esta tomando.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
La vita e una catena che non si puo scatenar
A veces me resulta inevitable pensar en que en determinadas situaciones aparecen señales. Casualidades que no lo son. Coincidencias extrañas, que si no fuera porque me pasan seguido serían extraordinarias. ¿Hay un destino por seguir?
Hoy voy al gimnasio y empiezo una clase de pilates. La profesora tenía una remera igual a una que tengo yo, exacta (all you need is love). Esto me hizo acordar al día en el cual compre la remera. Había estado navegando por internet un viernes a la noche, y ya no me acuerdo ni como, termine buscando diferentes imágenes con la frase "all you need is love". Al día siguiente fui a comprar ropa con una amiga y en un negocio vi esta remera, exactamente igual a una imagen que había descargado el día anterior. Por supuesto la compré.
Recuerdo otras recientes. Una madre con un niño acuden al centro de salud. Ese mismo día corrijo un escrito mio, y busco en internet el nombre de una colega. Mientras escribo, aparece como primera referencia una persona cuyo apellido es igual a la familia del centro de salud (un nombre para nada común que no había escuchado antes).
Dejo aquí esta inquietud, que da para mucho mas, pero mis baterías dan para mucho menos, y debo ir a dormir.
lunes, 5 de septiembre de 2011
El camino hacia la espiritualidad
Vivimos en una era velocista, apurada. Se corre rápido, pero se deja poca huella. Fast food, fast love, un rapidito y a seguir. No podemos enfermarnos, no podemos estar sin hacer nada sin que sea un pecado, o por lo menos aparezca una culpabilidad por el tiempo de ocio. "No tengo tiempo de ver un programa en la tele, me veo uno con videos de varios, y si no puedo ver algo lo veo cuando puedo en internet". "No me voy a poner a leer sobre filosofía, miro algo en Wikipedia y listo".
Todo conocimiento masticado sabe mejor. Hasta la espiritualidad masticada sabe mejor. Por eso experimentamos el auge de la espiritualidad de bolsillo. Un proverbio chino por acá, un mantra hindú por otro lado, la fábula del zorrito que se comió al conejo y alguna canción popular con tintes optimistas que hable de la vida y la felicidad. Un combo, que no sabemos si viene con papas fritas o con aros de cebolla.
Pero así como aunque lo diga la propaganda, un celular o un auto no te van a hacer mejor persona, ni más interesante, lindo, exitoso, lo que sea, leer lo que dice un tipo sobre Buda no te va a dar tranquilidad tampoco. Las frases hechas van y vienen, hasta que en algún momento significan algo para nosotros, nos identificamos y las hacemos propias.
Yo creo que en el vértigo actual, no hay posibilidad del espiritismo express. Si estamos girando en una calesita, hay que poder bajarse, y luego de que se nos pase el mareo, podremos quedarnos quietos, y desde allí mirar hacia la calesita, que sigue girando al lado nuestro, y hacia adentro de nosotros mismos.
Sin embargo, de todo esto veo algo positivo. Esta época actual también nos brinda la oportunidad de estar abiertos a otras sensaciones, vivenciares, bienestares. Muchas veces esta pseudoespiritualidad es el camino de muchos para llegar a otros modos de ver la vida.
sábado, 27 de agosto de 2011
La noche boca arriba
El otro día, a la madrugada, me encontré con una divina cucaracha en la cocina. La había pescado justo, in fraganti, comiendo un pedacito de fideo en la mesada. Con un movimiento rápido (y pese a mi lentitud), tomé el detergente y le pegué, pero no para aplastarla, para molestarla digamos. Tal vez había aflorado en mi algún tipo de instinto cazador, y esperaba que el golpe la hiciera correr, y comenzáramos una carrera. Fruto de mi golpe, el insecto queda boca arriba. Y yo dije : "JA!", acordándome de alguien que me dijo que las cucarachas cuando quedan boca arriba no pueden darse vuelta y mueren. Miré durante 5 minutos a la cucaracha boca arriba. Al principio se movió un poco intentándose dar vuelta, luego se quedó quieta. Acerqué el detergente para ver si se movía. Volvió a patalear un poco, y se quedó quieta. Sentía que ese insecto estaba mirándome, que me estaba midiendo, que estaba actuando. ¡Turra! ¿Te estás haciendo la muerta?
Para comprobar mi teoría, salí de la cocina y apagué la luz. Esperé unos segundos afuera, y volví a prender la luz y a entrar. La cucaracha no sólo se había dado vuelta sino que se disponía a huir lo más campante, habiéndose desecho de su depredadora. Se creyó muy lista, pero cayó en mi trampa. Allí no tuve piedad, y nuevamente con el arma limpiadora, le pegué a la vez que la insultaba. Volví a decir: "JAAA!" pero con más ganas, debido a la victoria.
La internet me contó que las cucarachas pueden sobrevivir sin cabeza alrededor de dos semanas. Son capaces de soportar dosis de radiactividad de 6 a 15 veces superiores a las de los seres humanos. Pueden sobrevivir durante más de un mes sin agua y puede absorber la humedad ambiental a través de su cuerpo. Además de esto: "Postura boca arriba: es una postura que suelen adoptar como mecanismo de defensa, simulando su muerte para escapar de algún peligro que las aceche." ¡JAAAAAAAA! te gané yegua!
No sabemos qué le ocurrirá a nuestro planeta en los años venideros. Pero no descartaría de plano que en algún momento ocurriera "El planeta de las cucarachas". Queda saber si, siendo tan zorritas, no terminarían haciendo una civilización de ventajistas y corruptos que acabe destruyéndose a sí misma. No podríamos culparlas, eso podría pasarnos a nosotros también.
jueves, 25 de agosto de 2011
Heart shaped stone
Resulta ineludible lo monotemático que se ha vuelto este blog. Como una medida de protesta, hago un llamado a mi cordura, a mi yo previo a la debacle, para volver a estar en órbita. Donde quiera que estés, ¡¡hazte presente!!
Como señal, recuerdo lo siguiente: en este devenir de días de confusión, también se me vino el siguiente pensamiento a la mente:
Viendo un programa sobre India mostraban como en ese país (y en otros países de Asia) tienen la costumbre de no usar el calzado que se usa en la calle dentro de la casa (tanto para los dueños de la casa como para los invitados). Dado el estado de suciedad de la calle, me parece espantoso traer toda esa suciedad a la casa propia, y entiendo perfectamente como esa cultura puede pensar que es horrible la nuestra. Dado que ya más o menos hago eso en mi casa, tengo pensado cuando tenga mi casa propia poner en práctica este ritual que tiene mucho sentido para mí.
Como metáfora, pretendo también dejar esos pensamientos-zapatos intrusivos lejos de mi casa mental por un tiempo. Creo que me conviene volverlos al estado de letargo en el que estaban, del otro lado de la puerta de entrada.
Espero que este asunto deje de ser la piedra en mi zapato.
domingo, 21 de agosto de 2011
Rayada
"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra."
viernes, 12 de agosto de 2011
Dar-linger
No sé si ahora pienso más claro o más oscuro. Sólo voy a decir que en la vida, a incierto se lo devora imprevisto. Y recordemos a Lennon: "Life is what happens to you while you're busy making other plans"
sábado, 6 de agosto de 2011
Enmienda del espejo
Y sí, creo que se produjo el encuentro de dos espejos.
Cajita de sorpresas
Cuantas cosas se me pasaron por la cabeza desde ayer a la tarde. Intentaba retenerlas pero al parecer el espacio en mi cabeza no es tan grande, o tengo el disco lleno, pero necesitaba dejarlas ir para que vengan otras.
Había tenido las señales delante mío y no me habia dado cuenta: el encuentro con tu similar y el llamado a medianoche, el merodeo casual por tu residencia. Hasta que sucedio. Mejor escribir de corrido que organizar.
Esta vez estaba alertada del encuentro. Igualmente apareciste de golpe, tarde, mientras yo enérgicamente hablaba de otra cosa. Nos saludamos con el típico "¿todo bien?" con ese tono mas agudo y cantado, que esconde lo no dicho "(tanto tiempo)", que en realidad es "(tanto tiempo que no nos vemos, cuando antes nos veíamos tanto)". Mientras la música sonó, fuimos espectadores del show. Algo internamente me obligaba a autoevaluar la situación, y la respuesta era favorable: todo en orden acá en el corazón. De lejos vi aquella cadena que colgaba de tu cuello, como una de esas chapitas de la guerra. Y algunas palabras quedaron resonando en mi cabeza: "dejalo, que no lo dejan hacer nada" (descreo totalmente en mi propia veracidad de aquello que escuché). En fin, a la salida nos encargamos de cosas diferentes, y al final te habías ido, sin saludar a nadie. Claramente como obra del destino, y luego de haber parado para comprar la comida, nos volvemos a encontrar, vos solo parado en la parada del colectivo. Con mi gentileza, me acerco para saludarte, luego se acercan los demás. Con tu gentileza aclarás que esperaste para saludar, pero que como no salíamos te habías ido. En el reclamo general, le digo "Te fuiste sin saludarme", maldito pronombre delator. Y así seguimos nuestro camino.
A partir de ahi comenzo el remolino, de todo aquello que habia pasado. Vertiginoso, contradictorio, era mas una fuga de ideas que pensamiento. Lo primero era cierta felicidad y alivio al darme cuenta de que realmente el capítulo estaba cerrado. Podiamos estar juntos, y si bien aún no podíamos conversar, por lo menos no nos sentíamos raros haciéndolo, lo cual era bueno. No podiamos conversar porque no sé, por un lado porque es medio raro, por otro, siendo que la última vez que hablamos me evadiste cualquier tipo de conversación sobre nuestra vida, me hace sentir un poco incómoda. En el fondo tampoco quiero que se malinterprete nada. Yo ya habia sentido esa evasión de la conversación, y pensé que claramente no me quería contar que estaba con alguien, pero bueno, de ultima ya pasó bastante tiempo, no me lo voy a tomar a mal. Eso tambien me hizo pensar, en la situación de que esté con otra. Si bien no es algo que me ponga mal, tampoco salto de alegría. ¿Qué es lo que me pone asi? La herida narcisista, ¿porque en ese momento no queria ponerse las pilas para tener una relacion y que ahora si lo puede hacer con otra?, ¿la otra se banca lo que yo no? ¿o por ella cambiaste y por mi no? Era otro momento, otro contexto, tampoco me voy a cegar pensando asi. Ni siquiera se cuanto tiempo hacen que salen (si salen) y tampoco quiero descubrir si se conocieron cuando todavía estaba conmigo, porque ya excede mi limite. Queda pendiente el prólogo de "el día que te vi con tu novia", que como todo, va a llegar algún día.
Ahi paro la moto, porque me parece que me fui re lejos con toda la maquinacion (no, no me parece, me fui a la mierda). Vuelvo al presente y pienso que te vi y no te vi, o al que vi no era el que fuiste. Aquel del que me enamoré no estaba mas ahí, ahí había otro, o tal vez acá había otra también. Me acordé de una conversación que había tenido hace poco con amigas, en la que había teorizado mi idea de la categoría del "ex", a la cual no estamos tan acostumbradas debido a nuestra corta edad y experiencia en el amor. Ese alguien con quien tuviste tanta intimidad y fuiste tan cercana, que pasa a ser un ex-traño a veces de golpe, o no tanto. Alguien va por la vida conociendote mas que muchas de las personas que ves habitualmente, y sin embargo no hay ningún contacto. Ayer me di cuenta que podia estar en un error. No contaba con que con el tiempo, todo cambia, y aquella persona que conociste quedó como una instantánea, detenida en aquel momento. Es como decir que uno maneja windows y el ultimo que usaste es el 95. ¡No hay que despeciar la importancia de la actualización diría Bill!
En fin, despues de todo, volvi mi reflexión hacia mi. Críticamente encuentro que tengo cierta reticencia a estar en una relación. Pienso en estar como estaba y me siento ahogada, asfixiada completamente (y eso que la relación no tenía tintes simbióticos). Pero bueno, tal vez no cuento con el amor, que te da la ilusión de estar respirando aire puro adentro de una burbuja.
jueves, 4 de agosto de 2011
Cable a tierra
Como tantas otras veces, hoy veo en el colectivo a alguien hablando solo. En otro momento hubiera fácilmente diagnosticado al señor como un loco, pero la tecnología de nuestros tiempos me obliga a hacer un diagnóstico diferencial. Como hay gente que habla por celular simplemente con un auricular, cada vez que encuentro a alguien hablando solo busco en sus oídos el cable del teléfono, el cable a tierra.
El señor de hoy, o usa los primeros auriculares invisibles o claramente no tenía unos puestos. Es más, en una observación disimulada pero más detenida, aquel hombre estaba hablando con su propio reflejo, en la ventana del colectivo...
[nota mental: es la segunda vez que pongo como título sin querer dos frases que son canciones de Fito Páez, y encima del mismo cd... tal vez en un tiempo encuentro una línea de sentido en todo lo que voy escribiendo]
martes, 2 de agosto de 2011
Vapor de letras
"¿Desea guardar los cambios?" me pregunta el bloc de notas que abrí y cerré luego de 30 segundos en los cuales me di cuenta que lo pensado en el día ya se había evaporado de mi cabeza.
Con lo que cuesta cambiar cosas sobre nosotros mismos, el bloc de notas lo hace fácil, los guarda, y listo el cambio. Nosotros entre que decidimos cambiar y lo logramos hacer ya tenemos un paso complicado.
Otra de las joyitas de la compu que me gustaría tener es "restaurar sistema". Genial. Si ya te desviaste mucho de tu camino y terminaste haciendo dedo en la calle de Thriller, podes volver a tu zona segura, como volver el tiempo atrás. Una genialidad.
Yo creo que me conformaría con un simple "deshacer", infaltable en cualquier word, ¡hasta en esta página para crear entradas hay uno!
Al final me siento mal, una cómoda. De los errores se aprende, por los errores se pide perdón. Y para cambiar, a veces hace falta mucho valor. Y después de todo, si fuera tan fácil cambiar, me quedaría sin trabajo (y sin vocación).
Y sobre la evaporación, bueno, encontraré la manera de condensar esas letras para poder trasladarlas a este papel virtual.
jueves, 28 de julio de 2011
Primer intento
Ojala pudiera escribir como lo hacía hace unos años, donde me dejaba llevar por las palabras y ellas me llevaban de la mano hacia mundos insospechados. Donde cualquier cosa se unía con cualquier otra, creando puentes paralelos, en un espacio indescifrable. Mientras caminaba por esos puentes apretaba el paso en el empedrado mágico, y los duendes peinaban mi pelo, haciendo rulos, como escaleras hacia el horizonte. Algunos puentes eran firmes, otros eran levadizos; entradas de castillos siniestros. Otros eran colgantes. Aquellos me daban miedo porque al correr y saltar, se movían, y la soga que hacía de baranda me daba inestabilidad. Tuve que dejarme caer, por no soportar la presión. La caída resultó ser muy agradable, casi infinita pero agradable. Descubrí que las nubes sí son de algodón, y que uno se puede sentar en ellas. Que un arcoiris realmente es un tobogán y que al final de ellos hay una bolsa con monedas de oro. Tomé algunas y eran de chocolate: me las tuve que comer. Seguí bajando hasta caer en un globo, que me llevó de viaje por los cielos hasta que tuve que bajar. Allí estaba el piso, y las palabras tiradas en el pasto. Como un gran rompecabezas comencé a unirlas, la presión con la poción, la naturaleza con la ciencia, a la santa con satan. A las palabras que se asomaban en mi conciencia, escapándose a la inconsciencia.
Ojalá pudiera escribir como hacía hace unos años, sentada en un tronco espero a la inspiración que un buen día vino y luego se fue. Comienzo a creer que se fue porque no la escuché, como una novia despechada, se llevó su talento para otro lado. Tal vez el talento consiste en poder escuchar a las musas, y no decirles “y mira, re bueno lo que me estás diciendo pero ahora estoy en el bondi y me estoy yendo a laburar, ¿donde queres que lo anote? No tengo tiempo para pensar eso, si puedo el fin de semana me siento y hago algo, que se yo”. Listo, la perdiste. Seguro que ya se esta comprando el pasaje de ida para ir a buscar a otro que si le de pelota, no como vos. Y así paso, se fue, se tomo el palo, No lo quería creer, prefería echarle la culpa a ella, pero ahora me di cuenta que la culpa era mía. Y peor, me di cuenta de que la había rechazado mas de una vez. Y si, no es una arrastrada, habrá alguien mas que la sepa escuchar.
Ojala pudiera escribir como hacía hace unos años, con la simpleza de esperar que la palabra se una, con esa majestuosidad infinita de creer que uno espera y espera, y ¿al final que encuentra? Un espacio vacío, un blanco mental, que es como el agujero negro del universo. ¿Que es la nada? ¿Algo que no es, o algo que no podemos identificar? No porque no lo veamos no existe, no es “no veo no lo creo”. Hay cosas que no vemos y que son, el mundo no se apaga cada vez que pestañeamos. La pestaña, curioso pelo corto en nuestros ojos. Si el ojo es la ventana del alma, los parpados son las cortinas, las pestañas son sus flecos, como los flecos de la bufanda, de una cartera, de un chaleco. Un chaleco psicodélico usado para la fama, colgado ahora en un placard, esperando ser usado por alguien que vuelva a traer la psicodelia a nuestra vida, que hoy es tan gris, como aquellos que se la pasan mirando el cielo gris y dicen que es un día horrible. ¿Y que te importa eso? ¡Un día es un día como cualquiera, depende de lo que vos hagas de el! ¡Deja de quejarte, pensá en otras cosas que son mas importantes!
Ojala pudiera escribir como hace unos años digo, y mientras escribo siento la decepción del vacío, de sentirme sin magia, desesperanzada, queriendo recuperar un brillo perdido. ¿Volverá? Tal vez debo resignarme a que aquello que fue no volverá a ser, y que esta señora musa me podrá volver a visitar, pero con otro equipaje, con otras ideas, algo escrito con otros colores. Después de todo, yo tampoco soy la misma que era hace unos años.
No cantemos derrota. Un día de estos puede que recupere mi magia perdida.
domingo, 24 de julio de 2011
Giros
"Deme un punto de apoyo
y moveré el mundo"
Arquímedes
Todos tenemos un punto de apoyo, aquel que de desaparecer, nos haría caer. Como Aquiles con su talón, por más fortaleza que tengamos, siempre hay un punto, preciso, que puede derrumbarnos todo lo demás. Puede ser una flecha precisa, rápida y mortal, o una brisa soplando un castillo de naipes. Nuestra fortaleza ayuda, por supuesto, a tolerar ciertos embates del destino. Pero todos necesitamos un punto de apoyo, un eje sobre el cual giran todas las demás cosas. Si desapareciera, perderíamos el equilibrio, y en vez de girar rodaríamos sin rumbo, a veces hasta caer.
A veces intento buscarlo, pero cuando pareciera que lo puedo asir, se me escapa de las manos. Me corrijo: lo suelto, no quiero saberlo. Porque al apretar la mano, comienzo a sentir lo que sería perderlo, como si me rozara una bala y me hiciera un raspón.
Tal vez el desafío más grande de nuestra vida es volver a encontrarlo una vez perdido. Seguramente otro, ese no podrá ser más. Pero me gusta creer que es posible construir otro, para volver a girar y recuperar el equilibrio. No sé si es algo que uno pueda hacer solo. Hay otros, que como si fueran canales, nos pueden ayudar a encauzar el rumbo.
"Dame un punto de eje y moveré mi mundo"
miércoles, 20 de julio de 2011
Estado civil: libre
Mirando el tráfico, esperando el colectivo, veo pasar un taxi. Llama mi atención el cartel de "libre", daba la impresión de ser fotografiable. Pero ahí se me cruza una asociación, en donde se superponen el cartel con mi estado amoroso. Sigo asociando. La primera es: una vaga idea en la cual yo sería como un taxi libre, y ante el miembro (superior) levantado de alguien acudo, dando cabida en mi cuerpo amarillo y negro. Río ante la idea, ya que ni por asomo se asemeja a la realidad (soy un taxi pobre). ¿Libre será por libertad? ¿De hacer lo que quiera, donde quiera, con quien quiera? ¿De invitar a alguien a mi taxi? Podría ser. Aunque también el taxi podría ser mi corazón, y el libre estaría anunciando una vacante. Vacante que podría ocupar alguien que pueda pasar del asiento trasero, tan circunstancial, al asiento del acompañante, del que te ceba mate cuando vas por la ruta.
martes, 19 de julio de 2011
Encuentro del espejo
Un día me encontré con tu espejo. Fue de casualidad, o casi. Podría haberte encontrado a vos, o a ambos. Pero no, me encontré con tu espejo. Me saludó amistosamente y le devolví gentilezas. Luego, nos perdimos de vista. Más tarde volvimos a cruzarnos. Me preguntó por mí, le pregunté por él. Así me enteré cosas del espejo. Quise preguntarle por vos, pero nos interrumpieron y se lo llevaron de mi lado. Ese día todos dudaron de si eras vos o el espejo. Yo no dudé.
Los espejos nos devuelven una imagen de nosotros mismos, que es similar a nosotros, no exacta. Está invertida, en dos dimensiones y sólo vemos una parte; otra queda oculta, como el lado oscuro de la luna.
Alguna vez, fuimos transparencia (o por lo menos traslúcidos). Hoy no sé si es posible encontrarnos. Porque algún otro día, de casualidad, o casi, podemos llegar a cruzarnos. Pero ese día, me temo, podríamos llegar a producir el encuentro de dos espejos.
lunes, 18 de julio de 2011
[...] eran los de antes...
No hay como los de antes. Antes duraban toda la vida, ahora después de cuatro o cinco años hay que conseguir otro porque no funciona más. Y lo peor es que tal vez se podría arreglar, pero a veces parecería que cuesta más arreglarlo que conseguir uno nuevo y listo.
[no se si hablamos de las relaciones amorosas o de los electrodomésticos]
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