Resulta ineludible lo monotemático que se ha vuelto este blog. Como una medida de protesta, hago un llamado a mi cordura, a mi yo previo a la debacle, para volver a estar en órbita. Donde quiera que estés, ¡¡hazte presente!!
Como señal, recuerdo lo siguiente: en este devenir de días de confusión, también se me vino el siguiente pensamiento a la mente:
Viendo un programa sobre India mostraban como en ese país (y en otros países de Asia) tienen la costumbre de no usar el calzado que se usa en la calle dentro de la casa (tanto para los dueños de la casa como para los invitados). Dado el estado de suciedad de la calle, me parece espantoso traer toda esa suciedad a la casa propia, y entiendo perfectamente como esa cultura puede pensar que es horrible la nuestra. Dado que ya más o menos hago eso en mi casa, tengo pensado cuando tenga mi casa propia poner en práctica este ritual que tiene mucho sentido para mí.
Como metáfora, pretendo también dejar esos pensamientos-zapatos intrusivos lejos de mi casa mental por un tiempo. Creo que me conviene volverlos al estado de letargo en el que estaban, del otro lado de la puerta de entrada.
Espero que este asunto deje de ser la piedra en mi zapato.
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